Cosas de cubanos .
Esto que les voy a contar, le puede pasar a cualquiera,solo le recomiendo que si le sucede tomelo con calma, pues al final,no fue tan malo .
Eran aproximadamente las 6 y 15 de la tarde, horario pico como se dice en buen cubano.
La cocina un poco seria aunque ya me disponía a materializar mi ingenio para la elaboración de mi cena.
¡De repente! ,sin previo aviso,”El apagón”,bueno aunque ya no es tan así.Son averías en las líneas eléctricas,responde una voz detrás del auricular cuando trato de indagar con el 108 las causas del imprevisto.
Con mucha calma me senté en la cocina,inhalé aire muy profundo y adopté algunas posiciones de la cultura asiática para impedir que ascendieran los niveles de la presión arterial.
Minutos después, la cabeza se me revolucionó buscando variantes emergentes para el menú .
Finalmente decidí calentar arroz blanco y hacer una salsa; pero nuevamente, respiré hasta llenar bien mis pulmones y conté; a bala de gas llegaba a su fin cuando más la necesitaba.
Creo, que de nada me valió mi cesión de relajación, la cara se me empezó a poner roja y poco a poco me fue subiendo un calor por el cuello, que por un momento pensé que yo era Noelia, la vocalista de la canción ,”Yo soy candela”.
Me dije, Belkis, no te sofoques que te pones hipotalámica.
Con mucha calma me senté y nuevamente intenté relajarme. Agarré teléfono en mano para saber de algunas amistades que hacia mucho tiempo no tenía noticias de ellas hasta percatarme que ya no veía nada.
Tome dirección hacia el lugar de la lámpara recargable y nada, todo atentaba contra mi, batería sin carga .
A tientas comencé a buscar una linterna vieja que logré encenderla, solo para embullarme ,pues la muy puñetera solo guardaba una carga residual .
Mi hija, que no se había percatado de la seriedad del problema, trató de calmarme haciendo unos chistes .
El tiempo pasaba y la corriente, ni esperanza.Solo se me ocurrió decirle que nos acostaríamos hasta que la situación se resolviera .
Ante aquella solución ,un poco pasiva, mi hija se la agenció para inventar una chismosa .
Me sugirió que le buscara una chapa, un pedazo de algodón y un poquito de aceite de comer;que por cierto, menos mal que aún quedaba algo en el pomo .
Luego como dos gatas ciegas y al estilo de los últimos mohicanos, prendimos el fuego .
Durante aquellos segundos me vino a la mente mi profesor de filosofía en la Universidad , que por cierto, solo recuerdo que era bajito y gordito, pero que me enseñó, que la madre de las inventivas es la necesidad nacida en la práctica material.
Luego frente a frente, las dos en la mesa queríamos decirnos algo ,hasta que ella me preguntó
¿Mamá tu tienes mucha hambre?
Súbitamente le respondí ,hija ahora no importa el hambre que yo pueda tener,lo que más me preocupa s la que tienes tú.
Me miró y me contestó ,mamá yo no tengo mucha hambre ,con un pan con algo y un vaso de yogurt ,tengo .
Por supuesto,que con un poco de nostalgia vacilé en su respuesta, pero en aquella circunstancia no tenia otra opción.
Muy dispuesta me levanté y le preparé su refrigerio, claro de muy bajo costo y hasta yo me embullé y me hice uno .
Como dos náufragos en medio de la oscuridad con una pequeña llama que amenazaba con extinguirse, devoramos aquel aperitivo y hasta quedamos satisfecha .
Segundos después,todo quedó totalmente oscuro y con la magia de ada cadabra, llegó la causante de tanta agonía,!la corriente!.
Como dos adolescentes,nos miramos,y nos empezamos a reír a carcajadas.Ya estaba todo resulto y la angustia había culminado.
Pero lo mejor de este cuento; que es de la realidad cotidiana ,es que en ocasiones las mejores lecciones de la vida vienen de nuestros propios hijos .
Ellos son capaces se sobreponerse a las adversidades con una maestría incalculable.
!Ah !,y otra cosa,al final no fue tan malo quedarme sin fluido eléctrico por más de dos horas,pues ayudé a mi dieta , corroboré una vez más la teoría de Lenin acerca del conocimiento y tuve una historia para contar.
0 comentarios