Una experiencia que nunca se olvida .
La etapa de escuela al campo constituye un hecho inolvidable en la vida de los estudiantes.Es cierto que en estos tiempos es un ruido en la economía familiar ,pero sin dudas resulta una experiencia necesaria para la formación cívico social de adolescentes y jóvenes .
En Villa Clara desde el pasado 13 de septiembre se inició esta etapa con la participación de dos secundarias básicas de Santa Clara en los campamentos del Yabú y de Manacas.
Para los principiantes siempre es un poco difícil separase de los mimos del hogar para extrapolarse a un medio totalmente nuevo,aunque la escuela al campo ha cambiado mucho ,ahora todos se mueven con sus propias comodidades .
En ella los estudiantes adquieren obligaciones domésticas ,se vinculan directamente a las labores agrícolas y con la ayuda de los guías de campo aprenden las primeras lecciones de siembra y cosecha .
¨Aquí pasan cosas muy graciosas ,pues hace unos días un muchachito me llamó para que le revisara el trabajo en el surco. Él estaba en el deshierbe del boniato, orgulloso me dijo que había dejado limpio el surco y en efecto había arrancado a hierba y el bejuco de boniato¨, así contó Elena Méndez jefa de campo de la Unidad Empresarial de Base Manaca Sur .
Pero la escuela al campo tiene además sus encantos .Los alumnos aprenden andar solos ,mejoran sus relaciones sociales y hasta se crea una complicidad entre maestros y discípulos más allá de la institucionalidad.
Y aunque las jornadas productivas sean un poco agotadoras ,sobre todo por las altas temperaturas de este mes de Septiembre, el regreso siempre aguarda una recompensa donde la recreación y el descanso son las favoritas .
En fin ,es cierto que la escuela al campo encoje los bolsillos de los padres y rompe con la rutina de la familia ,pero siempre será una experiencia única
Ella deja para muchos el recuerdo del ansiado encuentro con los padres y para otros la huella del primer amor .
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