Yo me llamo, Camilo

Por:Belkis Vidal.

Mucho podría escribir este 6 de enero del Señor de la Vanguardia,del hombre que encarnó los mejores valores de su pueblo; del hombre que juró fidelidad eterna a la Revolución.
A veces resulta difícil a través de las palabras expresar la grandeza de alguien por quien se siente infinita admiración.Y es,que en Camilo Cienfuegos se anidaron tantas virtudes que de forma natural se convirtió en semilla germinadora de millones de cubanos.
Pero entre las tantas cualidades que hacen grande al Héroe de Yaguajay están su extrema humildad y dignidad, esas que le vinieron de muy cerca y que bien supo cultivar.
Cuentan que durante su etapa de la vida en la que se ganó humildemente su sustento como mozo de limpieza en la tienda”El Arte”en La Habana dio una excelente lección de gallardía.
Un día uno de los dueños del establecimiento quiso cambiarle el nombre por el de PSSSPSS,llamado que Camilo ignoró continuando inmerso en sus quehaceres de limpieza.
Inconforme y molesto por la indiferencia del joven empleado,el patrón le reclamó por la desatención a su insistencia y silbidos.
La respuesta de Camilo no se hizo esperar, de una manera elegante y atronadora le respondió “usted me conoce y sabe que mi nombre no es PSSPSS,sino Camilo; yo me llamo Camilo.